Recuerdo una noche, hace muchos años atrás. Estábamos en la casa de un amigo, en esos carretes que se arman cuando uno es adolescente y no tiene ganas de pasar tanto tiempo solo y elige juntarse con gente que no tiene en común contigo mucho más que el hecho de que están pasando por una adolescencia igual o peor que la tuya. Son momentos que no tienen nada de especial mientras están sucediendo, y sólo el tiempo y el recuerdo lo transforman en algo memorable.
Recuerdo estar discutiendo sobre la vida, porque eso es algo que suele hacer la gente cuando se reune y empieza a tomar piscolas, no importa la edad que tengas. Excepto que cuando uno es más joven tiene más valor para decir las cosas, porque con el tiempo uno va perdiendo el valor y las ganas de exponerse tanto.
Recuerdo una larga discusión respecto a si la vida es simple, brutalmente simple, o complicada, tremendamente complicada. Estaba del lado de que la vida es simple. Lo cual quizás es cierto, quizás no. Probablemente depende más bien de tu percepción subjetiva más que de una realidad objetiva. Creo.
Hablo de esto para entender por qué a veces dejo de escribir. En general, por qué dejamos de hacer cosas que nos gustan sin encontrar una razón específica para ello. Y uno puede caer en el error de pensar que es por una serie de razones muy complicadas.
En verdad, la realidad es más simple.
Escribir me gusta. No sólo eso, sino que además me ayuda. Es más fácil entender las cosas cuando las escribes, porque te obligas a poner tus pensamientos en orden, darle un hilo lógico, una continuidad.
Desde que me fui de vacaciones en Abril que no había escrito en este blog. No es que no haya tenido algunas ideas, aunque es cierto que me ha costado darles forma. Uno empieza una idea, escribe un par de frases, y luego termina sin saber muy bien cómo continuar, cómo llegar a una conclusión. Es algo sumamente metafórico, ahora que me doy cuenta.
Pero entonces recordé que escribir bajo esa estructura es un poco inútil. Porque si quiero escribir sobre algo para dar una conclusión, en cierta manera estaría intentando enseñar algo, demostrar un problema y una conclusión, ya eso no es como funciona la vida. Esta está llena de ideas sin concluir, sin solucionar. A menos que tengas una fe religiosa y puedas responder cualquier duda con una verdad absoluta. No es algo de lo que me sienta partícipe.
La idea de escribir aquí era simplemente escribir. Soltar cosas, darle cierta forma, y nada más que eso. Al recordarlo, me fue más fácil escribir.
Porque no tengo una respuesta muy clara de por qué dejé de escribir siendo que es algo que me gusta tanto. Pero si tengo claro que no es sano dejar pasar demasiado tiempo así.
Así que eso.
Me parecen muy interesantes tus intentos de volver a escribir. Me parece haber leído algo tuyo de similar tenor, hace algún tiempo. Y digo interesantes porque reflejan parte de tu personalidad, que viene de muy lejos, en el tiempo. Y que me dio mucho que pensar en todo momento. Recuerdo. Algunos intentos por hacerte entender mi percepción. Hoy, me el y cuenta de que tu expresas de mejor manera lo que para mi fueron percepciones. Definitivamente la psicología no fue mi fuerte, cuando más lo necesitaba. Un gran abrazo con el amor de siempre.
ResponderEliminar