sábado, 16 de noviembre de 2013

Quien sea que gane, nosotros perdemos

No voy a ir a votar.

No es porque no crea en la democracia, o no valore el derecho a voto o no respete a quienes lucharon y murieron por tener ese derecho.

No es porque no me interese la política o porque no sea capaz de entender la relevancia que tiene en el día a día. Frecuentemente uno escucha decir "da lo mismo quien salga presidente, el lunes tengo que ir a trabajar igual", lo cual siempre me ha parecido un poco idiota. Aunque si hay personas que no van a trabajar dependiendo quien salga de presidente, la fauna de zánganos que siempre revolotea alrededor de los partidos y los familiares que terminan disfrutando del nepotismo rampante que caracteriza el sistema democrático.

Aunque es cierto que ya no sigo la política con la misma frecuencia de antes; últimamente no puedo sacudirme la sensación de que interesarse en la política es un ejercicio fútil. Te da la sensación de estar más informado y por eso preocuparte más, pero no vas a cambiar nada tu sólo. Toda esa información tampoco sirve para mucho más que para las discusiones acaloradas con otras personas, conversaciones que tampoco cambian nada porque la gente que se apasiona por la política, y esto es algo que también empiezo poco a poco a darme cuenta es muy parecida a los fanáticos religiosos. O los futboleros. Existe una cierta tendencia, muy agudizada por los medios y perpetuada por el público, a poner al candidato de su preferencia en un pedestal, y pretender otorgarle un estatus santificado en el cual el personaje es alguien moralmente superior, alguien que siempre tiene la razón y jamás se ha equivocado, que han llevado una vida ejemplar y consecuente. Y cada hecho y dato que no encaja en esa visión es atacado con furia ciega e irracional.

No voy a votar porque no me importa quien gane. No creo que ninguno de los candidatos vaya a hacer un cambio importante o significativo. Y si bien existe siempre la idea de votar por el mal menor, veo a los candidatos y todos me parecen exactamente igual de peligrosos.

Todo esto tiene mucho que ver con estar saliendo de un gobierno de derecha, el primero en 30 años después de la dictadura. Las cosas no fueron particularmente diferentes. Tuvimos más manifestaciones, el gobierno intentó dar más poder a la policía y la institución dio varios pasos atrás con respecto a su operar en los tiempos de Bernales, y aún así nunca lograron neutralizar a los radicales que aprovechaban las manifestaciones para destruir. Probablemente, porque les convenía su existencia; cuanto más fácil sea demonizar las manifestaciones, más credibilidad pierden ante la opinión pública. El gobierno de derecha, que se suponía que podía tener más mano dura con los criminales, terminó no haciendo anda. Incluso los indices de delincuencia subieron en este período, ni siquiera para eso sirvieron.

Por eso, no creo que exista mucha diferencia entre ninguno de los dos candidatos de los grandes bloques políticos. Ambos van a hacer básicamente lo mismo, van a tomar las mismas decisiones que favorecen a los empresarios más que al resto del país, van a seguir vendiendo los recursos a los extranjeros porque les interesa la plata inmediata (que va a parar a sus bolsillos) en lugar del desarrollo del país a largo plazo.

Cualquiera de los dos va a pasar los 4 años de periodo presidencial culpando al gobierno anterior, y eso es lo único positivo que le veo a la idea de tener un gobierno alternante. Se odian tanto, que los motiva a fiscalizar e investigar las acciones de sus enemigos y eso permite que tengamos un gobierno un poco menos corrupto e impune que en otros países. El día en que se logren poner de acuerdo y dejen de odiarse, vamos a cagar todos.

Y después está la manga de independientes, que hacen campaña presidencial porque es rentable (el dinero que obtienen en donaciones para gastos de campaña va a empresas de amigos y familiares que realizan el trabajo) y porque les da suficiente fama para después poder tirarse a puestos menores y mucho más posibles de ganar, como alcaldías o puestos en el Congreso, teniendo ventaja por sobre aquellos que se quedaron dentro de su partido trabajando para alguien más.

Porque en el absolutamente teórico caso que uno de ellos salga elegido Presidente, tendría el peor período de gobierno de la historia; cuatro años enfrentándose a los dos bloques políticos, teniendo que decantarse por uno de ellos para hacer algo. El sistema bicameral otorga poder perpetuo a los diputados y senadores. Esos son los que pueden hacer algo, no los independientes.

Quizás algún día salga un candidato que me merezca cierto respeto y apoyo, a quien le crea sus promesas. Lamentablemente siempre están asociados a uno u otro partido, lleno de personajes que pasarían a formar parte del gobierno como ministros o asesores. Y ambos partidos están repletos de gente que me parece absolutamente despreciable.

Por supuesto, algunas personas están en todo su derecho a decirme que si no voto, no me puedo quejar. Pero eso no es cierto. Puedo quejarme porque voy a estar en contra del gobierno sin importar el candidato que salga.

2 comentarios:

  1. Excelente amigo mio... y comparto muchas de las razones que indicas, hace poco me dijeron que debia votar para expresar mi malestar... pero encuentro una perdida de tiempo y cagarme de calor por ir a rayar un papel que no provoca ningun cambio a ningun ciudadano solo hace girar la rueda, cambian los payasos pero el circo sigue y los dueños de este circo siguen siendo las familias mas adinerdas de Chile.

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  2. Excelentes y contundentes argumentos, tampoco iré a votar hoy, nunca me convenció ir a votar por estas elecciones.
    Por otro lado, me tocó mucho lo que comentaste a cerca de esta gente que idealiza y mantiene en un pedestal a su candidato cual si fuera un santo de la iglesia, he visto a varias "amistades de facebook" agarrarse del moño y llegando a peleas tan básicas y patéticas ppr sus queridos candidatos, barriendo con todo rastro de amistad y enemistándose hasta con la familia y perdiendo todo tipo de valores con tal de defender a su candidato.
    También he sentido que algunos andan como (evangelicos, mormones, testigos de jehová, etc) sin ofender a las relugiones mencionadas, pero pucha que me empelota cuando te obligan a creer en algo que tu no crees, a leer algo que tu no quieres leer, etc. Creo que eso es lo que mas me ha molestado en estas elecciones.
    Un abrazo!

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